1 de diciembre de 2006

Un perfil de Manuel Rosales

Este mes la revista Gatopardo publica una semblanza que escribí sobre Manuel Rosales, el candidato de la unidad nacional. Aqui cuelgo un adelanto de la nota. A quienes les interese vayan y compren la revista

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El candidato sin sonrisa
Alfredo Meza

En el estudio de Aló, Ciudadano, que tal vez sea el programa político más visto de la televisión venezolana, los productores corren espoleados por la voz grave de su animador, Leopoldo Castillo. No es una tarde cualquiera la de este miércoles de fines de septiembre, porque Castillo, que suele manejar cada emisión con puño de hierro, no quiere dejar nada a los malabarismos del azar. Esa noche, además, Venevisión, el canal de la competencia propiedad del magnate Gustavo Cisneros, tiene a la misma hora como invitado al candidato Hugo Chávez, cuya visita provocó un verdadero caos. El personal de la Casa Militar prohibió la entrada a la sala de prensa y los reporteros tuvieron la tarde libre.
Manuel Rosales, el invitado de esta noche de Leopoldo Castillo, también recibe un trato de jefe de Estado. Mientras espero que autoricen mi entrada al canal, dos hombres corpulentos, que llevan el pelo al cepillo y visten de traje negro, conversan con los guardias de la garita para que no pongan mayores obstáculos a la llegada del candidato presidencial. Uno de ellos toma el radio portátil e informa a la persona que le atiende que no deberá cumplir las presentaciones de rigor en la puerta. La camioneta que transporta a Rosales pasa a mi lado. El hombre que antes hablaba por la radio trota detrás del vehículo hasta el lugar donde baja el candidato.
Rosales entra al estudio, un galpón pequeño con paneles de fórmica pulida como paredes, acompañado por sus asistentes, Fiorella y Ángela. Otros dos fortachones, estos con chamarra negra, custodian la puerta. Castillo y el resto de panel brindan su mejor sonrisa para recibir al invitado. Rosales, educado y cortés como el que más, no parece, sin embargo, especialmente entusiasmado, y su semblante no se modifica ante las manifestaciones de afecto. No es un producto prefabricado, como aquellos candidatos que sonríen automáticamente hasta cuando abren la nevera en la madrugada y la luz baña el rostro soñoliento. A Rosales le cuesta reírse y ya lo veremos dentro de un rato, cuando Castillo, cuyo programa recibe las llamadas del público, permita que los participantes interroguen a la persona que tiene más opciones de disputarle a Chávez la presidencia de Venezuela el próximo 3 de diciembre.
ROSALES canaliza la última esperanza de buena parte de la oposición venezolana, del sector que cree que la vía electoral sigue siendo la única manera de ganarle a Chávez...

Los años del miedo

Yo no me engaño: Hugo Chávez será reelegido el domingo 3 de diciembre por los próximos seis años, por ahora. Cabe esperar que luego de consumada su victoria hará todas las gestiones, válidas o no, para reformar la Constitución de su República Bolivariana y reelegirse ad infinitum. Puesto a escoger entre la enorme brecha que vaticina Datanálisis y las encuestas amañadas del gordito de CECA Víctor Manuel García -el payaso ese que el 12 de abril se atribuyó el rol de director de orquesta del golpe de estado del día anterior en el programa de Napoleón Bravo- me quedo con las descorazonadoras predicciones de Luis Vicente León.
De modo pues que ya me estoy preparando para lo que viene. No creo, sin embargo, que el socialismo sustituya al esnobismo venezolano. Quien todavía crea en las inefables opiniones que pronostican la instauración del castrocomunismo lo invito a leer la edición de hoy de The Wall Street Journal que viene encartada en El Nacional. Allí quedan muy bien retratadas las contradicciones entre las palabras y los hechos. La utopía socialista de Chávez parte con desventaja respecto a un auge capitalista sin parangón en el continente. El whisky de 18 años está en boga, los hummer y todoterrenos último modelo surcan las autopistas del estrecho valle de Caracas.
No seremos una dictadura formal, pero caminamos por un precipicio. Nos espera una autocracia brutal en la que los boliburgueses y los afectos del caudillo serán los beneficiados. Aquel que disienta en público del comandante no será bienvenido en cualquiera de las dependencias del Estado. Marcel Granier y Alberto Federico Ravell también tienen sus días contados como propietarios y directivos de medios de comunicación, a juzgar por la respuesta que le dio Chávez a Carlos Croes anoche en una larga entrevista. Croes, a quien se le salió el oficio, arrinconó al Presidente como pocas veces en estos ocho años. Disertaba el jefe del Estado sobre la conveniencia de que los canales de televisión no sean enemigos del Gobierno. "Y no están en su derecho", lo atajó el veterano periodista. "Entonces yo también estoy en mi derecho de renovarle o no la concesión".
"La eternidad por fin comienza un lunes", escribió el gran poeta cubano Eliseo Diego en un poema memorable. El lunes comienzan los años del miedo.