La gente de mi generación vinculó a Moisés Naím con la ostentosa decadencia del gobierno de Carlos Andrés Pérez. Tener a Moisés entre los afectos era como añorar el estilacho adeco. Tardamos demasiados años en darnos cuenta de la valía de este venezolano universal. Los chavistas no le perdonan que haya formado parte del equipo del IESA que trató de ayudar a Pérez en su política económica en 1989. Encanra el Consenso de Washington, tan denostado por Hugo Chávez. Su ceguera es de tal magnitud que no he escuchado a ninguno de ellos mencionar el meridiano valor de su libro Ilícito.
Se ha escrito demasiado sobre Ilícito y creo que todo lo que se ha dicho está a la altura de la grandeza de este libro. Lejos de agregar una idea a las ya ventiladas me parece que hay que empezar a cotejar los planteamientos de Naim con la realidad. Hoy leí en el blog de mi amigo Sergio Dahbar (gentequenecesitaterapia.blogspot.com) una nota que no tiene desperdicio. Sergio colgó una entrevista del diario O'Globo al jefe de la banda Primer Comando de la Capital, "Marcola", cuyos hombres dejaron una estela de muertes durante 2006. Lo curioso de todo esto es que "Marcola" está preso, pero, como alguna vez pasó con Pablo Escobar Gaviria, los dedos de su maldad tocan demasiados hombros fuera de la prisión.
Atención con esta declaración de principios: "Soy una señal de estos tiempos. Yo era pobre e invisible. Ustedes nunca me miraron durante décadas y antiguamente era fácil resolver el problema de la miseria. El diagnostico era obvio:migración rural, desnivel de renta, pocas villas miseria, discretas periferias; la solución nunca aparecía... ¿Qué hicieron? Nada. ¿El Gobierno Federal alguna vez reservó algún presupuesto para nosotros? Nosotros sólo éramos noticia en los derrumbes de las villas en las montañas o en la música romántica sobre "la belleza de esas montañas al amanecer", esas cosas... Ahora estamos ricos con la multinacional de la droga. Y ustedes se están muriendo de miedo. Nosotros somos el inicio tardío de vuestra conciencia social ¿Vio? Yo soy culto. Leo al Dante en la prisión".
Miren esta otra: "Ustedes son el estado quebrado, dominado por incompetentes. Nosotros tenemos métodos ágiles de gestión.Ustedes son lentos, burocráticos. Nosotros luchamos en terreno propio. Ustedes, en tierra extraña. Nosotros no tememos a la muerte.Ustedes mueren de miedo. Nosotros estamos bien armados. Ustedes tienen calibre 38 (...) Nosotros somos ayudados por la población de las villas miseria, por miedo o por amor. Ustedes son odiados. Ustedes son regionales, provincianos. Nuestras armas y productos vienen de afuera, somos "globales". Nosotros no nos olvidamos de ustedes, son nuestros "clientes". Ustedes nos olvidan cuando pasa el susto de la violencia que provocamos".
La lectura del libro de Naim nos deja perplejos y abismados, pero evidencia que la transnacionales de lo ilícito han creado un nuevo tejido social. Un ellos y un nosotros forjado en años de indiferencia. Para salir del hoyo en el que se encontraba, "Marcola" se sirve del floreciente mercado de lo ilícito, cuyo estallido comenzó con la caída de la cortina de hierro en la Europa del este. A la desfachatez de "Marcola" le va muy bien el término "agujeros negros", acuñado por Moisés Naim para denominar a las regiones sin ley dentro de un país. Lo más sombrío es que en los próximos años estos tipos serán ya un lugar común. Que nadie diga que no se lo adviertieron.
1 comentario:
Al igual que como lo hice con tu libro... te vuelvo a felicitar por este blog. ¡Qué bien se te da la prosa!... ¡Enhorabuena!
MCMG Sevilla, España.
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